... Desde un principio supe que eras tú, siempre te mostrabas tan inocente,
dulce con una calida sonrisa y hermosa
con una larga cabellera azul, todos confían en ti por supuesto. Todos a excepción
de mí.
-¿Quién se lo habría
imaginado que los apuñalaste a todos por la espalda?
Volteo, se paro y me miro fijamente con el seño fruncido y
por un instante pude ver que su falsa sonrisa había desaparecido, y me dijo: - ¿Como fue que llegaste aquí? ¿Cuántos más lo
saben? Debí deshacerme de ti antes.- se hizo un silencio-
-Su sonrisa regreso- ¿Y ahora que harás? Estamos
completamente las dos solas en esta habitación.- De golpe cerro la puerta , trate con todas mis fuerzas de no entrar en
su juego, estaba aterrada no sabia que hacer y lo peor es que ella tenia razón
, ya no podía salir y no tenia nada con que defender .
Nos quedamos un largo rato
observándonos, pensando en alguna estrategia para atraparla y llamar a la
policía o pedir ayuda.
En ese segundo, mi teléfono
sonó, me distraje. Ella por su lado se
tiro inmediatamente al piso y agarro una tijera del suelo.
Yo desesperada atendí el teléfono
y grite:
– ¡Ayúdenme por Favor!-
Velozmente se me acerco y me hirió el
brazo, deje caer mi teléfono. Cortó la llamada, mientras me apuntaba constantemente con la tijera.
No se bien que pasó, No
podía entender fue le como llego hasta allí.
De pronto un hombre alto de bigotes, abrió la puerta y entro con un arma, él le grito:
– Quieta, las manos arribas, suelta eso y
quédate quieta- Se notaba que estaba muy nervioso y asustado ya que sus manos no paraban de temblar.
Ella largo una carcajada,
al parecer se conocían, lo deduce después de que dijo:
- Por
Favor, No serias capas de matarme, no eres un asesino, así que baja esa pistola
– Bajo la mirada y grito:- Nooo! esta
vez no te escuchare- Y disparo.
A duras penas me pude balancearme
tirándome por completo al piso, cuando subí
la cabeza para ver que sucedía, vi como ella lo apuñalaba con la tijera en el pecho,
susurrándole algo al oído.
Él hombre me arrojo su
arma y se desplomo por completo en el duro piso de madera.
No lo podía creer lo que
estaba pasando, ahora si que estaba obligada a hacer algo, fue entonces que me
pare decidida, corrí y tome el arma. La mire fríamente y con mucho coraje le dije:
- Ya te descubrí, solo te quedan unos segundos de vida antes de que tire del gatillo, pues se acabo es tu fin, Ríndete...
- Ya te descubrí, solo te quedan unos segundos de vida antes de que tire del gatillo, pues se acabo es tu fin, Ríndete...
*Fuko*